En Argentina, la licencia por paternidad tiene casi 50 años, y son solo dos días consecutivos. La crianza recae mayormente en las mujeres, lo que tiene un impacto significativo en la vida laboral y personal. ¿Qué políticas podrían ayudar a cerrar esta brecha? ¿Serán los nuevos formatos de familias sin roles establecidos el gran cambio cultural? ¿Qué exigen las nuevas masculinidades? ¿Cómo responde el sector privado?
Tiempo, un regalo con valor agregado.
¿Cómo se cambian los patrones culturales sin leyes que irrumpan en procesos anacrónicos? Lo cierto es que se pueden tapizar las calles acorde a la efeméride del día, pero solo convertirnos en sujetos de derechos nos iguala y nos protege.
El Estado es el que debe garantizar que *todos* los padres puedan acceder a una licencia paterna, adecuada, independientemente de su género, situación laboral o tipo de familia. Para esto se debe actualizar la normativa vigente. Brindar incentivos a las empresas que implementen este beneficio. Y generar conciencia en la sociedad sobre la importancia de la corresponsabilidad en el cuidado para generar un verdadero cambio cultural. El cuidado infantil es una tarea fundamental que debe ser asumida por todos los actores: el Estado, desde sus distintos ministerios, las empresas y las familias. Sin leyes, solo se hace cosmética. El grito aturde, la ley iguala.
En este sentido, Martín Kalos, economista, docente universitario, y parte de la campaña *Paternar* que hace pocos días estuvo en el Congreso para ampliar los derechos de hombres y personas no gestantes, expresó al ser consultado “La licencia para padres tiene que ser obligatoria e intransferible, porque la estadística internacional demuestra que los varones por más que tengan el derecho a una licencia por paternidad si es voluntaria u optativa no la toman, ya sea por decisión propia o de la empresa, por una cultura machista en la que no pueden ser vistos como responsables de las tareas de cuidado o perder oportunidades laborales”.
Martín Kalos, economista, docente universitario, y parte de la campaña *Paternar*, “Los varones que deseamos ser padres a la par, padres con todas las letras hoy no tenemos la posibilidad de hacerlo, con una licencia tan corta”.
Y como para que quede bien claro que las garantías anacrónicas, son injustas, agregó el economista “Los varones que deseamos ser padres a la par, padres con todas las letras hoy no tenemos la posibilidad de hacerlo, con una licencia tan corta”.
A horas del Día del Padre, el informe de Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) contextualiza, “en Argentina, las licencias por paternidad son las más cortas de Sudamérica: 48 horas consecutivas”. Y desigual, “sólo la mitad de los trabajadores puede acceder a las licencias por paternidad. Los monotributistas, autónomos, independientes e informales están excluidos de este derecho. Y para hacerla más sesgada aún, la Ley de Contrato de Trabajo excluye a las familias que adoptan e ignora los derechos de las familias cuya conformación no cumple con el esquema tradicional madre-padre. Los procesos culturales van en avión y las políticas públicas en bondi.
La Ley de Contrato de Trabajo excluye a las familias que adoptan e ignora los derechos de las familias cuya conformación no cumple con el esquema tradicional madre-padre.
Propuesta para resolver la inequidad
El Poder Ejecutivo presentó el proyecto de ley Cuidar en Igualdad, pero no se llegó a debatir. ¿Dormirá en la mesa de entrada del Congreso como tantas otras leyes que nos impactan en la vida cotidiana.?
¿Qué dice la Ley? Amplía el acceso a las licencias a adoptantes, a monotributistas y a autónomos/as; establece las figuras de persona gestante y no gestante, incorporando identidades de género; y extiende los días de licencia para personas gestantes –pasando automáticamente a 126 días- y no gestantes –incrementándose gradualmente hasta llegar a 90 días en ocho años-.
A la vez CIPPEC considera vital hacer un primer paso. Promueve, en forma inminente, extender las licencias a 30 días a todos los padres, lo que implicaría un esfuerzo fiscal equivalente a un 0,08% del PBI en 2023: una inversión crucial para asegurar el desarrollo de los/as niños/as y promover la igualdad de género. Según la Encuesta Nacional de *Uso del Tiempo* (2021), las que conviven con personas dependientes le dedican un promedio de 9 horas diarias a las tareas domésticas y de cuidados, mientras que el mismo trabajo les insume, 4,5 horas, a los varones. Esta distribución desigual entre géneros tiene un impacto en la vida en general y en las posibilidades de empleo, que además deberíamos sumarle *inequidad salarial*.
Ley Cuidar en Igualdad: amplía el acceso a las licencias a adoptantes, a monotributistas y a autónomos/as; establece las figuras de persona gestante y no gestante, incorporando identidades de género; y extiende los días de licencia para personas gestantes –pasando automáticamente a 126 días- y no gestantes –incrementándose gradualmente hasta llegar a 90 días en ocho años-.
Impacto del cuidado en la vida y el empleo privado
Las empresas tienen un rol clave para facilitar la conciliación entre la vida familiar y laboral de sus empleados. Ofrecer una licencia paternal extendida y flexible es una forma de reconocer y valorar a los trabajadores. Esto tiene un impacto positivo en su motivación, productividad, satisfacción y lealtad.
Así lo confirma el testeo que hice en algunas de las diez primeras empresas que pertenecen al ranking Merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa) que es el monitor corporativo de referencia en Iberoamérica y evalúa la reputación de las empresas desde el año 2000.
Al consultar a la megaempresa Mercado Libre, elegida por su retención de talento, responde que la licencia por maternidad son 5 meses “remunerados”. Y paternidad, 15 días hábiles. Además, incorporó una licencia especial por pérdida gestacional de 20 días para acompañar la recuperación física y emocional de las familias. Todas las licencias son inclusivas y aplican de igual manera por adopción y para parejas del mismo sexo. La planta es más de 43 mil colaboradores y el 43% son mujeres. Es interesante observar el dato de la proporcionalidad por que hace a la inversión social de la organización.
Luego, la histórica Cervecería y Maltería Quilmes, con 130 años en el país, también fue una grata sorpresa. Primero para abordar los distintos modelos familiares usa la categoría “cuidador”. Informa que tiene *licencia extendida para ambos*. En el Cuidador Primario (formato tradicional, madre) se otorgan 3 meses adicionales a lo indicado por ley, con el pago del 50% del salario y la posibilidad de extenderlos por tres meses más sin goce de sueldo, y en el caso del Cuidador Secundario brinda 45 días de licencia desde el día del nacimiento. La compañía cuenta con más de 6.000 empleados directos en toda la Argentina.
El Banco Santander lidera en su ranking y también utiliza la figura del «cuidador secundario», pero suma un plus en diversidad, no menor. Es la pareja decide quién será el cuidador primario y quien el secundario. En ese caso será quien le corresponda 30 días de licencia tanto por nacimiento como por adopción. Y también será la libre elección del empleado como lo tome. Conforman una plantilla de 7500 colaboradores, el 52% son hombres y el 48% mujeres.
Y en el sector de consultoría, Accenture liderando, explica que prioriza la identidad de las personas. También asume el formato de *cuidador*. Ante el caso de *cuidador primario* agrega 2 meses de licencia con goce de remuneración. Y en el *cuidador secundario, son 2 meses completos con goce de remuneraciones. Es importante el plus que suma ante la situación de *adopción* porque otorga licencias con goce de remuneraciones acordes al rol que tenga el colaborador en el cuidado del niño. Cuentan con más de 11.000 empleados y el 53% de los cargos directivos son mujeres.
La licencia para padres/cuidador/ persona no gestante, extendida y flexible es una de esas leyes que pueden hacer una gran diferencia. Es una forma de reconocer el valor de la paternidad y de promover una sociedad más justa e igualitaria. Como dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.¿Qué esperamos para hacerlo realidad?
Por Sara Di Tomaso
