POBREZA I El Gobierno preocupado ante las cifras del INDEC: más del 50%
El gobierno de Javier Milei se prepara para recibir las cifras del INDEC, que estiman una pobreza superior al 50%. Con una estrategia anticipada, busca responsabilizar a gestiones anteriores mientras enfrenta un desgaste en su imagen.
Resúmenes:
- El gobierno proyecta que el índice de pobreza superará el 50%, culpando a la “herencia” de administraciones anteriores.
- A pesar de las medidas sociales anunciadas, la imagen de Milei cae ante los aumentos de tarifas y la situación social crítica.
El gobierno de Javier Milei se encuentra en un momento crucial. En el día de hoy el INDEC publicará los datos oficiales sobre la pobreza en Argentina, y las proyecciones indican que la cifra superará el 50%. Para contrarrestar el impacto de estos números alarmantes, la Casa Rosada ya tiene lista una estrategia de comunicación que busca minimizar los daños políticos.
Según fuentes cercanas al Ejecutivo, la narrativa se centrará en tres pilares: la herencia recibida de gobiernos anteriores, las políticas sociales actuales y la promesa de una recuperación en el futuro cercano. “La situación que heredamos es una de las peores de la historia”, explicó Manuel Adorni, portavoz del gobierno, en su habitual conferencia de prensa. Para Milei, los datos del INDEC no son más que el reflejo de una crisis económica que se originó mucho antes de su llegada al poder.
Las políticas sociales, en la mira
El gobierno ha hecho hincapié en que, desde que asumió, ha incrementado las ayudas sociales, como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar, asegurando que los sectores más vulnerables han recibido “inversiones nunca antes vistas”. Sin embargo, la realidad social parece ir en otra dirección. A pesar de estas medidas, las proyecciones del INDEC muestran que la pobreza continúa su escalada, con índices entre el 50% y el 55%.
La administración Milei ha enfatizado que estos datos son el resultado de “décadas de políticas fallidas” y que se requiere tiempo para revertir los efectos. “Es un proceso doloroso, pero necesario para estabilizar la economía y mejorar los salarios a largo plazo”, sostienen desde Balcarce 50. Sin embargo, muchos analistas cuestionan si estas políticas alcanzarán a mitigar el malestar social antes de que el gobierno tenga que enfrentarse a las urnas nuevamente.
El impacto en la imagen presidencial
Más allá de las cifras económicas, lo que también preocupa al gobierno es el desgaste en la imagen de Milei. Diversas encuestas muestran una caída de entre tres y cuatro puntos en su popularidad, un fenómeno que el Ejecutivo atribuye a las subas de tarifas en servicios como luz y gas, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que concentra a unos 16 millones de habitantes.
“No vamos a cambiar el rumbo por una caída de tres o cuatro puntos. Este ajuste es el más grande de la historia, pero es necesario”, afirmó una fuente cercana al presidente. No obstante, el descontento social se profundiza con cada nueva medida de ajuste. A esto se suma el reciente veto presidencial a la ley de recomposición de haberes jubilatorios, que también ha generado malestar entre la población.
El futuro incierto
La combinación de un índice de pobreza récord y el deterioro de la imagen de Milei plantea interrogantes sobre el rumbo del gobierno. Si bien en Balcarce 50 confían en que las políticas de ajuste darán sus frutos a largo plazo, el malestar en las calles y las críticas de la oposición no hacen más que aumentar la presión sobre la gestión libertaria.
Por ahora, el gobierno de Javier Milei parece centrado en capear el temporal con una narrativa que busca despejar responsabilidades y proyectar un futuro mejor. Sin embargo, la realidad social pinta un panorama sombrío: la pobreza sigue creciendo, y la estrategia de comunicación gubernamental, por más afinada que esté, difícilmente logre contener el descontento si los números del INDEC confirman lo que ya es un secreto a voces.