Argentina envejece y cae 40% la natalidad: ¿nuevo mapa familiar?

Un nuevo informe de Universidad Austral revela que la Argentina envejece, mostrando el impacto del envejecimiento y la baja natalidad en la estructura social del país. En el mes de la familia, un llamado urgente a rediseñar el sistema de cuidados. “El mejor homenaje a las familias no es defender un modelo único, sino garantizar que todas las formas puedan desarrollarse en dignidad.” asegura el documento
– El 25% de los hogares son unipersonales.
– El 84% de los hogares monoparentales están a cargo de mujeres.
La transformación familiar ya llegó: natalidad en baja (−40%) y hogares más chicos
Nos pasamos varios pueblos, o simplemente llegamos a la estación posmoderna sin sistema de señales. En todo caso, el país envejece, los vínculos mutan, y las estructuras que supimos construir ya no alcanzan. La Argentina de hoy es otra. Cambia lo esencial: el modo en que vivimos, el modo en que nos vinculamos. El nuevo informe de el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, elaborado por Lucía Lucero, Paula Ananian y Agustín Salvia, lo confirma con cifras: en una década, la tasa de natalidad cayó un 40% y los hogares tradicionales están dejando de ser la norma. Este fenómeno se vincula con los procesos de cambio ya abordados en la nota Argentina sin cuidados: el costo oculto del envejecimiento.
Educación y maternidad:
En el contexto de un país que envejece y transforma sus vínculos familiares, el vínculo entre nivel educativo y decisiones reproductivas aparece como una variable clave. Las mujeres con mayor educación tienden a postergar la maternidad, planificarla más y tener menos hijos. Estas decisiones tienen implicancias económicas, sociales y de cuidado que todavía no se reflejan en las políticas públicas.
“El 25% de los hogares argentinos son unipersonales”, y en CABA ese número escala al 39%. Casi 4 de cada 10 viviendas están habitadas por una sola persona.
A la vez, el 12% de la población tiene más de 65 años, pero en zonas urbanas ese porcentaje sube al 22%. Las mujeres tienen en promedio 1,5 hijos y lo hacen más tarde que antes, especialmente aquellas con mayor nivel educativo, según lo muestra el informe.
Casi 4 de cada 10 viviendas están habitadas por una sola persona. A la vez, el 12% de la población tiene más de 65 años, pero en zonas urbanas ese porcentaje sube al 22%. Las mujeres tienen en promedio 1,5 hijos y lo hacen más tarde que antes, especialmente aquellas con mayor nivel educativo, según lo muestra el informe.
Casi 4 de cada 10 viviendas están habitadas por una sola persona. A la vez, el 12% de la población tiene más de 65 años, pero en zonas urbanas ese porcentaje sube al 22%. Las mujeres tienen en promedio 1,5 hijos y lo hacen más tarde que antes.
“Las jefaturas de hogar femeninas representan el 43,6% del total”, superando el 48% en Chaco, Jujuy y Salta y, según el mismo informe, el nivel educativo del jefe o jefa de hogar condiciona tanto los ingresos como la posibilidad de acceso a mejores condiciones de vida. En hogares liderados por personas con secundario completo o más, la presencia de maternidad postergada y planificación familiar es mayor, lo que se traduce en hogares más pequeños y tasas de fecundidad más baja.

El sistema de cuidados no acompaña: el 92% de las mujeres se hace cargo de los cuidados.
Se redujo el tamaño promedio de los hogares (de 3,5 a 2,8 personas). La longevidad aumenta. La fecundidad cae. Las formas de convivencia cambian. Lo que no cambia, o cambia muy lentamente, es el sistema institucional que sostiene esas vidas.
“El 92% de las mujeres dedican al menos una hora diaria al cuidado”, frente al 62% de los varones. Esta desigualdad tiene un costo social alto y no puede seguir siendo invisible.
Sin ley ni presupuesto, el cuidado sigue siendo invisible
La CEPAL propone una sociedad del cuidado. No es solo un slogan. Es una propuesta concreta: articular crecimiento económico con sostenibilidad de la vida. En Argentina, mientras se discuten recortes o reformas laborales, no hay un sistema nacional de cuidados consolidado. Existen programas provinciales y municipales, pero sin articulación federal ni presupuesto suficiente. Esto se conecta con las alertas que también aparecen en iniciativas recientes como la economía plateada https://www.tercertiempo.news/2025/05/14/la-economia-plateada-existe-pero-todavia-es-invisible-straface/, que ponen en foco la urgencia de políticas intergeneracionales.
En el mes de la familia: cuidar no puede seguir siendo una carga individual
“El mejor homenaje a las familias no es defender un modelo único, sino garantizar que todas las formas puedan desarrollarse en dignidad.”
La transición demográfica ya empezó. El desafío es si vamos a transformarla en oportunidad o dejar que se convierta en exclusión. Si queremos una Argentina donde cuidar y ser cuidado sea un derecho, no un privilegio.
Y quizás, en esa conciencia colectiva, esté el germen de un nuevo pacto: más justo, más humano, más preparado para la vida que ya estamos viviendo. El desafío es si vamos a transformarla en oportunidad o dejar que se convierta en exclusión. Si queremos una Argentina donde cuidar y ser cuidado sea un derecho, no un privilegio.
Porque lo que está en juego no es sólo una reforma social: es una reconfiguración profunda del contrato entre generaciones. Significa decidir si el país que habitamos va a reconocer el trabajo invisible, el tiempo de los vínculos, la urgencia de envejecer con derechos. Significa entender que sin un sistema de cuidados fuerte, no hay desarrollo posible, ni inclusión sostenible, ni justicia duradera.