Litio, sin regulación no hay paraiso.

En Fiambalá, Catamarca, los habitantes temen por sus recursos hídricos frente a la creciente demanda de litio para la tecnología “amigable con el planeta”. Para cada tonelada de litio se necesitan dos millones de litros de agua. Y para construir la batería de un coche eléctrico se necesitan 16.000 litros de agua. ¿En Argentina por qué no hay regulación?
Mientras la vicepresindenta Cristina Fernandez, en su acto del 25 de mayo, en capital, bajo la mirada expectante y mojada de cerca de 400mil almas, exigía valor agregado a la inversión minera, «Debemos tener mirada estratégica, que vengan a explotarlo pero, queremos… no digo que los autos electricos los hagan acá, pero, por lo menos hermano, una parte de la batería o la batería entera hacela acá si no te la estás llevando toda». En Fiambala, al noroeste de la provincia argentina de Catamarca, gritan por el futuro del agua. La mirada estratégica cambia para la comunidad, hermano.
La ciudad se encuentra dentro del Triángulo del Litio, la mayor reserva de este mineral en el mundo, en donde hace cinco años desembarcó el megaproyecto Tres Quebradas. Son 30.000 hectáreas destinadas a la minería de litio, un mineral esencial para las baterías de paneles solares, coches eléctricos y dispositivos móviles. Según la Comisión Europea, la demanda de litio se multiplicará por 18 en 2030 y por 60 en 2050.
DESARROLLO SUSTENTABLE ES REGULACIÓN

Para cada tonelada de litio se necesitan 2 millones de litros de agua. Y para construir la batería de un coche eléctrico se necesitan 16.000 litros de agua.
Para cada tonelada de litio se necesitan dos millones de litros de agua. Y para construir la batería de un coche eléctrico se necesitan 16.000 litros de agua. La empresa china Liex Zijin, que anunció a fines de 2022 inversiones por 380 millones de dólares, tiene como objetivo extraer 20.000 toneladas de carbonato de litio al año en Fiambalá para finales del 2023, lo que requiere 40 millones de litros de agua por año.
Para comprender la gran preocupación de los habitantes del Triángulo del Litio sobre el bien escaso del agua se debe describir la zona geográfica. Son las regiones secas del desierto de Atacama en Chile; las sierras áridas de Catamarca y el salar de Uyuni en Bolivia. Aquí la naturaleza decidió que el agua sea un bien muy escaso, por esta misma razón su uso en grandes cantidades para la extracción de litio altera el humor a las comunidades locales.
En Argentina, a diferencia de otros países de la región, no existe un marco regulatorio específico para el litio. Las Provincias son dueñas originarias de los recursos minerales dentro de su jurisdicción y se reservan la regulación de los aspectos procedimentales para el otorgamiento de permisos y concesiones. Las regalías se ubican en el orden del 3%, aunque ha habido proyectos para reducirlas o para aplicar exenciones a cambio del desarrollo de infraestructura de transporte y logística.
En otros países productores de litio, como Chile, las regalías están vinculadas a los precios globales y pueden ser volátiles. En Chile, las regalías se cobran a las empresas mineras y se utilizan para financiar proyectos de desarrollo en las comunidades donde operan las minas. En Bolivia, el Estado es dueño de todos los depósitos de litio y las empresas solo pueden explotarlo si llegan a un acuerdo con la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos.
En resumen, la política gubernamental de Argentina en relación al litio se caracteriza por la falta de un marco regulatorio específico y por dejar en manos de las Provincias la regulación de los aspectos procedimentales para el otorgamiento de permisos y concesiones. En otros países, como Chile y Bolivia, el Estado juega un papel más activo en la regulación y explotación del litio.
¿TECNOLOGÍA AMIGABLE?
La demanda mundial de litio aumenta con voracidad debido al creciente uso de tecnologías amigables con el planeta como los coches eléctricos y los paneles solares. En 2020, la demanda total de litio en todo el mundo fue de 292 mil toneladas métricas equivalentes a carbonato de litio. Y para 2030 se espera que esta cantidad aumente aproximadamente 2.5 millones de toneladas métricas. Preocupante si no hay controles gubernamentales transparentes y sostenidos en el tiempo. Si solo se mira las inversiones, no hay desarrollo. Si la gestión del negocio solo pasa por mirar la inversión puede ser una trampa.
La producción mundial de litio aumentó significativamente en los últimos años debido a la creciente demanda. En 2019, las minas produjeron un total global estimado de 77.000 toneladas métricas, lo que representa un salto alarmante respecto al significativo 2010 que solo fue 28.100 toneladas métricas. Los cuatro mayores productores mundiales son Australia, Chile y China y Argentina
Exigir una lupa ética en el impacto que genera en el futuro mediato, es un deber casi moral de una política pública, para esto necesitamos líderes con mirada al bien común. Menos personalismos sería un buen inicio.
Por Sara Di Tomaso