¿La democracia retrocede, que le hicimos?

en Sociedad

Según el informe “La recesión democrática de América Latina” de Latinobarómetro, en 2023, solo el 37% de los argentinos están satisfechos con la democracia en su país. Este porcentaje contrasta con el mínimo histórico del 8% registrado en 2002, un año después de la crisis de 2001, y del 20% observado en 2020, el año en que comenzó la pandemia de coronavirus. ¿No es necesario revisar las causas del declive?

SATISFACCIÓN DEMOCRATICA

Ser conscientes de la realidad nos permite crecer. Podemos novelar, pero la realidad te contrasta con la verdad. Se puede interpretar la verdad, pero el hecho fáctico de tener hambre no se contrarresta con nada. No todos tenemos permitido soñar. Se desea todo, pero se logra lo posible. La trampa es cruel, lo posible es muy inequitativo. Por lo tanto, la satisfacción en nuestro país es tan subjetiva como la cantidad de almas que viven en el mismo.

Según el informe “La recesión democrática de América Latina” de Latinobarómetro, producido por la Corporación Latinobarómetro, entidad sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, la única responsable de los datos, en 2023, solo el 37% de los argentinos están satisfechos con la democracia en su país. Este porcentaje contrasta con el mínimo histórico del 8% registrado en 2002, un año después de la crisis de 2001, y el 20% observado en 2020, el año en que comenzó la pandemia de coronavirus.

Los procesos políticos no pueden desentenderse de los cambios culturales, y así lo describe Marta lagos, Politóloga y fundadora de Latinobarómetro, El votante latinoamericano de hoy parece estar menos interesado en la identidad del líder político y más en su capacidad para resolver problemas. Incluso un extraterrestre podría ser elegido si promete soluciones de una manera diferente. Parece que los partidos políticos, que fueron debilitados por la falta de rendimiento, han dejado de ser los canales para las demandas del público, como deberían haber sido siempre. Cuando dejan de cumplir esta función, la gente los ignora y sigue a aquellos que parecen estar fuera del sistema, aunque no sea el caso. Este fenómeno se ha observado con figuras como Javier Milei en Argentina, y Nayib Bukele, cuya aprobación es alta. Estos líderes parecen representar una nueva tendencia en la política latinoamericana”

Marta lagos, Politóloga y fundadora de Latinobarómetro, El votante latinoamericano de hoy parece estar menos interesado en la identidad del líder político y más en su capacidad para resolver problemas. Incluso un extraterrestre podría ser elegido si promete soluciones de una manera diferente.«

Lo cierto es que, en términos regionales, el promedio de satisfacción con la democracia en América Latina es del 28%. ¿Somos muchos insatisfechos parece? La causa que nos une es la desigualdad y la corrupción. El informe aclara que la “recesión democrática” no se refiere a las constantes dictaduras en la región, sino al “declive y vulnerabilidad” que han experimentado los países después de una década de deterioro sistemático de la democracia, en parte debido a los niveles de corrupción.

LA MEMORIA ES UNA VACUNA

La encuesta destaca que la memoria social es un límite a gobiernos autoritarios. Por ejemplo, en países como Honduras y Guatemala, que enfrentan altos niveles de pobreza, violencia y desigualdad, es donde más se apoya la idea de que no importa si el gobierno no es democrático. Sin embargo, en países como Argentina y Chile, que experimentaron dictaduras militares, es donde la población valora más la democracia.

El informe, Latinobarómetro se realizó por medio de 19.000 entrevistas presenciales a personas mayores de 18 años en 17 países de la región, utilizando muestras nacionales representativas de la población de cada país.

De los 17 países latinoamericanos analizados en el estudio, Argentina tiene el menor porcentaje de ciudadanos indiferentes al tipo de régimen político (15%, sin cambios desde 2020), seguido de Uruguay con el 17%. Mientras tanto, el 18% apoya el autoritarismo, un aumento de cinco puntos porcentuales desde 2020. Además, el 68% de los encuestados en Argentina afirman que “nunca apoyarían un gobierno militar”, un porcentaje superior al promedio regional del 61%.

En muchos países de América Latina, la población crece incómoda con la democracia. En promedio, el 54% de los latinos dicen que no les importa si el gobierno llega al poder sin democracia, siempre y cuando resuelva los problemas. En el informe se describe la insatisfacción democrática y se expresa, “la recesión se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos”.

CAUSAS DE LA CRÍSIS DEMOCRÁTICA

La recesión democrática ha sido impulsada por una serie de factores, entre ellos la corrupción, la debilidad de las élites políticas, los personalismos, gobiernos deficientes y una erosión gradual de las instituciones y la democracia liberal. Este formato ha ido reemplazando los golpes de Estado tradicionales.

Según el Latinobarómetro 2023, la corrupción es el fenómeno más negativo de las democracias contemporáneas. “Al menos un quinto de los mandatarios desde el inicio de la transición ha sido condenado por corrupción, han dejado el poder anticipadamente por crisis política o económica, o por acusación de abandono de deberes”, señalan los investigadores.

La falta de liderazgo de las clases dirigentes es otro problema importante. Las élites se simbolizan en los presidentes o jefes de Gobierno. “América Latina tiene una crisis, primordialmente de su élite, que a su vez desencadena una crisis de representación. Esta crisis tiene su indicador más nítido en la presidencia, en una región donde los personalismos han debilitado la democracia. Se observa una ambición de poder desmedida que motiva a los presidentes, partidos políticos y coaliciones a quedarse en el poder, incluso a costa de romper las reglas de la democracia”.

La realidad no se maquilla y el informe que surgió a fines del 2023 expone una tendencia cada vez más común en la región: “un tránsito paulatino hacia regímenes que transgreden principios básicos de la democracia y, finalmente, desembocan en una autocracia, un populismo, un autoritarismo o una dictadura”. Ya no se dan golpes de Estado totales, pero sí golpes progresivos que vulneran el estado de Derecho y las instituciones.

La memoria es una vacuna, pero a veces se edita, y si duele se obtura, y si duele mucho más el cerebro nos da una mano y la oculta.

Por Sara Di Tomaso

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