
El 90% de los jóvenes argentinos afirma que no puede acceder al mercado laboral. El sistema educativo no prepara para los trabajos del futuro y las empresas exigen experiencia en un país donde casi la mitad de los niños vive en la pobreza.
Resumen
- La automatización y el desajuste educativo están dejando fuera del mercado laboral a millones de jóvenes en Argentina.
- El empleo ya no es un derecho garantizado: se convirtió en un privilegio reservado para quienes logran sortear un sistema excluyente.
Una generación sin lugar en el mundo del trabajo
En el Día del Trabajador, el dato es contundente: el 90% de los jóvenes argentinos tiene dificultades para insertarse laboralmente, según el estudio de ManpowerGroup y Junior Achievement.
Al mismo tiempo, el 70% de las empresas asegura que no encuentra el talento que necesita. La paradoja es vieja, pero hoy resulta insostenible. «La exigencia de experiencia laboral es la principal barrera para los jóvenes», advierte el Informe ManpowerGroup 2025
Automatización y exclusión: dos caras del mismo futuro
Para 2035, las tecnologías basadas en inteligencia artificial ocuparán funciones clave en decisiones, gestión de talento y procesos.
Pero ese futuro automatizado no llega con formación. El 58% de las empresas detecta un fuerte déficit en pensamiento crítico. Y el 53% reconoce que sus propios empleados no están listos para trabajar con herramientas digitales.
No se trata solo de saber programar. Se trata de tener adaptabilidad, pensamiento crítico, capacidad de comunicación y colaboración. Nada de eso está hoy garantizado en la formación de base.
La pobreza empieza en el aula y termina en la exclusión
La mitad de los niños en Argentina vive en la pobreza. Solo el 29% termina la secundaria en tiempo y forma. Más del 70% de los estudiantes no alcanza los niveles mínimos en matemática.
Ese desfasaje educativo tiene un correlato directo en el desempleo juvenil. La escuela no forma para el trabajo, ni para el mundo digital, ni para la vida social. Y el mercado exige experiencia, habilidades blandas y resultados inmediatos.
Como lo muestra el informe sobre pobreza estructural, la desigualdad de origen condiciona la posibilidad de empleo mucho antes del primer CV.
El futuro del trabajo ya llegó, pero no para todos
La IA redefine puestos. La automatización avanza. Las empresas buscan perfiles híbridos con habilidades humanas y digitales. Pero apenas el 43% de las organizaciones dice tener el conocimiento digital necesario.
Miles de jóvenes están quedando fuera de esa conversación.
«Si no actuamos ahora, la brecha entre quienes acceden al trabajo del futuro y quienes quedan afuera se convertirá en una fractura social irreversible», advierte el documento.
Trabajar es un privilegio
El mensaje en este Día del Trabajador es claro: el trabajo dejó de estar garantizado. La combinación de pobreza infantil, brechas educativas y exigencias del mercado construyen una nueva realidad: trabajar se convirtió en un lujo.
En Argentina, el «futuro del trabajo» es un horizonte que excluye. Mientras algunos lo protagonizan, otros apenas lo observan desde afuera.
Como lo revela también el informe sobre contradicciones empresariales en diversidad, la inclusión sin empleo es apenas un discurso vacío.