Argentina, Bolivia y Chile, forman el famoso triángulo del Litio y representan el 85% de la riqueza del mundo. Argentina es la segunda reserva y el cuarto productor, el año pasado produjo 6,200 toneladas métricas del metal. ¿Es una energía limpia sin impacto ambiental? ¿Es más importante el Litio o el agua dulce? Los ojos de Tesla en la puna andina, por qué?
ORO BLANCO
El triángulo del litio, por lo general, en gran parte, coincide con los territorios de comunidades indígenas. Es muy común ver a los lugareños custodiar sus desarrollos económico-productivos alrededor de los salares ante los proyectos de explotación del deseado “oro blanco”. Hasta Don Elon Musk ronda por la zona, y dicen que dejará de minar bitcoins y empezará a jugar en las salinas jujeñas. ¿Qué buscan todos con ahínco? Litio. Extraerlo a más de 400m de profundidades con el fin de fabricar las inmensas pilas / baterías que el mundo automotriz demandará cuatro veces más en los próximos años. El planteo es el virtuoso tránsito hacia una economía menos dependiente de combustibles fósiles. Es así?
¿Al extraer el litio cuánto del medioambiente entra en riesgo?
En nuestra puna hay dos características de salares: la que están rodeadas por cordones montañosos y desarrollan un lago o salar en el centro. Y las que están en zonas montañosas que caen muy pocas lluvias. El contacto de ésta agua con las sales de las rocas produce una salmuera con litio, entre otros minerales.
EL SUPREMO
Pero no todo es tan sustentable. Los geólogos de la UBA Marcelo Sticco y Verónica Kwaterka, de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS) de la UNSAM, explican varios impactos ambientales negativos, “La extracción de agua puede afectar a la calidad del agua de los acuíferos y la vegetación, porque pueden salinizar las zonas donde hay agua potable. Y los piletones donde se almacena la salmuera con el litio extraído por perforaciones que pasan a convertirse en basureros gigantes equivalente a 450 canchas de fútbol ubicados, por ejemplo en el salar de Jujuy y afectar a las cuencas de agua dulce como a los humedales que utilizan las comunidades originarias de la zona.” Con un dato no menor. La zona es muy seca y una gran utilización de agua. A la vez la posible contaminación local de agua dulce con agua salada. Y la gran consecuencia: el agotamiento de un recurso no renovable, el bien supremo, el agua.
“Argentina es la segunda reserva de litio en el mundo” por lo que “no solamente tenemos que exportarlo, sino también industrializarlo”, vociferaba hace unos pocos días el Presidente Alberto Fernández al visitar las obras de la primera planta de baterías de litio de Argentina, en La Plata y las instalaciones de Y-TEC (YPF-Tecnología), en Berisso.
El ejecutivo anhela, ponele, un poco más allá de lo extractivo y liberal que es la norma en el país con respecto a la industria minera históricamente por nuestras tierras. A la vez las empresas piden previsibilidad en las reglas de juego porque necesitan gran inversión. No tienen la variable “normalidad”, pero juegan con la variable divisas. Pagan insignificantes regalias. La excusa es que aportan empleo y desarrollo, condición básica de toda empresa. Tampoco agradecer el respirar.
Si bien el recurso natural ( litio) pertenece a las provincias, éstas, no pueden cobrar regalías de más del 3%. El Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Luciano Berenstein, en un encuentro con muy poca prensa, al ser consultado por las enjutas regalías expresó, “Si son bajas, pero también están las oportunidades de desarrollo que se generan en las comunidades, específicamente la generación de puestos de trabajo”
Hay un punto que plantean los especialistas del área ambiental: la falta de datos públicos provenientes de las mineras y controles laxos de los gobiernos provinciales. Una fuente expresa que hay anuncios de millones de dólares pero poco y nada sobre sobre los proyectos porque no hacen pública esa información, ni mineras ni gobiernos provinciales.
En Jujuy está la minera Exar, que en breve proyecta iniciar la producción de baterías, Natalia Gimenez, del área de Sustentabilidad analizó el escenario, “como todo rubro tiene tiene impacto sobre el ambiente y los tuvo durante su etapa de exploración los tiene durante su etapa de construcción y los va a tener durante su etapa de de de explotación de producción. Lo interesante es poder reconocer cuáles son todos esos aspectos y esos impactos ambientales y poder hacer un plan de mitigación. Desde el 2017 a la fechas llevamos realizando 22 monitoreos ambientales previo a la construcción y durante la construcción. La idea es poder monitorear después si hay algún tipo de cambio ya sea sobre el suelo aire agua flora fauna y poder actuar con tiempo para poder mitigar”
Por Sara Di Tomaso