Celulares prohibidos en las aulas: la ley bonaerense que sigue una tendencia mundial

La Legislatura bonaerense sancionó una norma que prohíbe el uso de celulares en las escuelas primarias. Con ella, la Argentina se suma a un debate global que ya atraviesa a países como Francia, Alemania, Noruega, China y Brasil.
Resumen:
- En CABA, la medida mostró mejoras en atención, interacción y rendimiento escolar.
2.Expertos de Unesco y Unicef advierten sobre los efectos del uso excesivo de pantallas en la infancia.
Podés leer más sobre la regulación porteña en Tercer Tiempo: CABA implementa la regulación de celulares en escuelas.
En Tercer Tiempo ya habíamos abordado este tema: Argentina y la distracción escolar por celulares.
Ley bonaerense: qué establece y cómo se aplicará
La norma, impulsada por los senadores Emmanuel González Santalla (UxP) y Lorena Mandagarán (GEN), impide el uso de celulares en las aulas de las escuelas primarias públicas y privadas, salvo que un docente lo requiera para fines pedagógicos.
El texto aprobado en la Legislatura otorga al Ejecutivo provincial un plazo de 180 días para reglamentar la ley, por lo que la aplicación obligatoria se prevé para el ciclo lectivo 2026.
Según el proyecto, el objetivo es frenar la distracción, mejorar la atención en clase y reducir la fragmentación del aprendizaje.
Lo que pasó en CABA: un año de resultados
En agosto de 2023, la Ciudad de Buenos Aires implementó una restricción similar. Un año después, la UEICEE reportó mejoras claras:
- En primaria, el 70% de los alumnos dijo concentrarse más y el 68% destacó mayor interacción con pares.
- En secundaria, el 61% afirmó prestar más atención en clase y el 59% sostuvo que mejoró su rendimiento académico.
Un debate global sobre educación y pantallas
Según el Informe Global de Monitoreo de la Educación 2023 de UNESCO, el uso excesivo de celulares en la infancia afecta la comprensión lectora, incrementa la dispersión y genera riesgos para la salud mental.
En países como Francia, Alemania, Noruega, China, Brasil y Estados Unidos, ya existen políticas que limitan o prohíben el uso de celulares en las aulas.
“El teléfono puede ser una herramienta poderosa si está bien integrada en la enseñanza, pero sin regulación amplifica desigualdades y resta foco al aprendizaje”, señala el informe.
La Argentina frente al desafío
El debate se da en un contexto crítico: según las pruebas Aprender, el 46% de los estudiantes de tercer grado no alcanza el nivel mínimo de lectura, y solo el 43% logra aprendizajes satisfactorios en lengua al llegar a sexto grado.
Para Unicef, el uso excesivo de pantallas no es el único problema, pero agrava la pérdida de aprendizajes esenciales como la lectoescritura y la socialización.
La pregunta que se abre es si prohibir celulares alcanza para mejorar la educación o si se trata de una respuesta parcial a un desafío mucho más profundo