
Un nuevo informe de Fundar analiza la hoja de ruta de la Industria Argentina y su compleja realidad en mas de 50 años: estabilidad, crédito, logística y capital humano. Si bien sostiene empleo formal y la mitad del gasto privado en I+D. Aun así, perdió complejidad desde los 70 y no logra superávit en manufacturas.
Industria argentina Fundar: dónde estamos hoy
En Argentina, la industria manufacturera representa el 18% del PIB y emplea a 2,5 millones de personas en forma directa. Además, explica cerca de la mitad del gasto empresarial en I+D. El peso sectorial supera el promedio regional. Sin embargo, no alcanza para un desarrollo sostenido.
El informe elaborado por Daniel Schteingart y Nicolás Sidicaro, publicado por Fundar, muestra un dato incómodo: desde 1970 el país figura entre los que más se desindustrializaron. La producción aumentó en términos absolutos, pero la complejidad y el saldo externo en manufacturas no acompañaron.
¿Qué tan importante es la industria? Comparaciones claras
En 2023, el PIB industrial per cápita de Argentina fue de USD 2.752. Alemania marcó USD 10.858. Estados Unidos, Francia, España y Australia superaron a Argentina con estructuras más tecnológicas y escalables. China llegó a USD 3.361 por habitante y consolidó liderazgo en tecnologías avanzadas. A nivel regional, Argentina supera a Chile, Brasil y Colombia; solo México queda por encima.
En los últimos 50 años, el PIB industrial per cápita argentino cayó 8%. La producción creció, pero la población creció más. En Estados Unidos subió 79%, en Francia 70% y en Japón 194%. Corea del Sur y China multiplicaron su desempeño. La conclusión es directa: Argentina necesita reglas estables para invertir y subir la vara tecnológica.
Un mapa concentrado y con cuellos logísticos
La provincia de Buenos Aires concentra cerca de la mitad del PIB industrial. La siguen CABA, Santa Fe y Córdoba. La localización responde a puertos, proveedores y demanda. Al mismo tiempo, el interior sufre costos logísticos y falta de infraestructura. Sin rutas, ferrocarriles y energía previsible, la radicación industrial pierde tracción.
Exportaciones: mucho recurso, poca media y alta tecnología
Las manufacturas explican una porción relevante de las exportaciones. Aun así, predominan las basadas en recursos naturales. En cambio, Argentina importa maquinarias, equipamiento eléctrico, químicos y farma. El resultado es conocido: déficit manufacturero en ciclos de crecimiento.
El informe de Fundar sugiere empujar ramas de media y alta complejidad: química, maquinaria, vehículos, electrónica y farma. Con más complejidad, suben salarios y competitividad.
Salarios, heterogeneidad y capital humano
Los salarios industriales superan el promedio formal. Refinación, química, metales y automotriz pagan arriba del resto. No es casual. Esas ramas exigen capital y habilidades técnicas. Sin secundaria completa y formación técnica, la puerta del empleo formal se cierra.
La inversión privada en I+D resulta baja frente a países desarrollados. Aun así, la industria aporta cerca de la mitad del esfuerzo empresarial. Aquí aparece la oportunidad: articular empresas, universidades y centros como Fundar para transformar conocimiento en producto.
Qué hacer ahora: cuatro llaves
Estabilidad macro para reducir el riesgo. Crédito productivo para modernizar plantas. Logística para bajar costos y ganar mercados. Capital humano para sostener productividad. Con esas llaves, la industria argentina Fundar puede salir del péndulo y recuperar escala exportadora.
Mirada final
La industria argentina resistió y todavía pesa. Falta dar el salto a la complejidad. Con reglas claras y una agenda de inversión, el país puede vender conocimiento y no solo recursos.


