Columna de opinión por Magdalena Aguilar Astrada. En esta ocasión, exploramos el fascinante mundo de la Inteligencia Aumentada.
Liderar en tiempos de inteligencia aumentada exige un cambio de paradigma: pasar de controlar a co-crear. De decidir a conversar con la inteligencia —emocional, humana y artificial—.
A tener en cuenta
Idea 1: La inteligencia aumentada no reemplaza al liderazgo humano: lo amplifica.
Idea 2: Empatía, conciencia y propósito ahora son competencias estratégicas.
La inteligencia aumentada como superpoder del liderazgo
Liderar ya no se trata solo de decidir. También implica aprender a conversar con la inteligencia en todos sus niveles: emocional, humana y artificial. El liderazgo efectivo integra esas capas.
Liderar con inteligencia aumentada es usar la IA como sparring de pensamiento. Un espejo que desafía sin juzgar, revela ángulos ciegos y empuja a pensar mejor. No delega la estrategia. Expande la conciencia para decidir con más criterio y humanidad.
Un dato para atender: reportes recientes muestran que muchos CEOs priorizan habilidades en IA y tecnología, pero asignan menos peso a la inteligencia emocional. Ese desbalance puede convertirse en el riesgo silencioso del liderazgo actual.
IA-First sí, pero siempre Human-First
“IA-First” no significa poner algoritmos antes que personas. Significa amplificar la inteligencia humana, no reemplazarla. El criterio sigue en manos del líder. La herramienta suma alcance, velocidad y evidencia.
Con un mindset IA-First consciente, aparecen tres efectos virtuosos: decisiones más informadas y empáticas; sesgos desafiados en lugar de confirmados; y people analytics generativo para personalizar desarrollo, no para estandarizarla.
El debate por los derechos de autor recuerda un punto clave: la tecnología sólo es sostenible cuando sostiene un propósito humano.
Liderar con propósito en la era aumentada
El futuro no es tecnológico o humano. El futuro es humano potenciado por tecnología. La disrupción real aparece cuando la IA se adopta con empatía, conciencia y propósito.
La inteligencia aumentada no nos quita humanidad. Nos obliga a practicarla mejor. El líder de hoy no compite contra máquinas: colabora con ellas para servir mejor a las personas. IA-First funciona cuando sigue siendo, sin excepción, Human-First.
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