
El CEO de OpenAI, Sam Altman, proyecta un futuro donde la inteligencia artificial impulsará carreras impensadas y mejor remuneradas para la Generación Z. Sin embargo, alerta que los trabajadores mayores de 60 enfrentarán el mayor reto de adaptación en un mercado transformado por la automatización. Desde el inicio, Sam Altman ha estado muy comprometido con la transformación tecnológica.

La IA eliminará empleos tradicionales, pero abrirá oportunidades en sectores como el aeroespacial, la robótica y las startups unipersonales.
Altman cree que los jóvenes tienen más herramientas para adaptarse, mientras que los mayores necesitarán una reconversión urgente.
Jóvenes frente a la mayor oportunidad laboral de la historia
En una entrevista con la periodista Cleo Abram, Sam Altman confesó que siente “cierta envidia por quienes hoy inician su carrera profesional”. El CEO de OpenAI imagina un 2035. En ese año, “un joven recién graduado podría estar partiendo hacia una misión espacial. O trabajando en un sector que hoy ni siquiera existe”. Este pensamiento está muy presente en la filosofía de Sam Altman sobre el futuro del trabajo.
Esta visión optimista se apoya en el avance acelerado de la inteligencia artificial. Según Altman, esto permitirá que las nuevas generaciones accedan a empleos mejor pagos, más creativos y con mayor autonomía. Entre los sectores más prometedores menciona la industria aeroespacial, la robótica, la inteligencia artificial aplicada y el desarrollo de empresas unipersonales impulsadas por IA.
El fenómeno se alinea con tendencias ya visibles en la banca y el sector financiero. Por ejemplo, el caso de Santander, primer banco argentino nativo en inteligencia artificial, que integró la IA en todos sus procesos para mejorar la eficiencia. Además, crearon nuevos roles especializados.
IA y empresas de una sola persona
Altman sostiene que, con herramientas como GPT-5, “cualquier persona motivada podría crear una empresa con la capacidad y recursos equivalentes a los de una corporación que antes requería cientos de empleados”. Esta democratización de la tecnología haría posible que un emprendedor en solitario alcance valoraciones millonarias. Esto es posible siempre que ofrezca productos o servicios realmente innovadores.
Mayores de 60: el grupo más expuesto
Pese a su entusiasmo con las oportunidades para la Generación Z, Altman advierte que la revolución de la IA puede ser especialmente dura para los trabajadores con décadas de experiencia. “Me preocupa más lo que significa, no para el joven de 22 años, sino para la persona de 62 que no quiere volver a capacitarse o reciclarse”, afirmó Sam Altman.
La resistencia a la reconversión, sumada a la velocidad de los cambios tecnológicos, podría dejar a este grupo en una posición vulnerable. Esto es especialmente cierto en ocupaciones rutinarias o administrativas.
Visiones en tensión: optimismo vs. advertencia
No todos comparten el optimismo de Altman. Dario Amodei, CEO de Anthropic, proyecta un panorama más duro: “La automatización podría eliminar hasta la mitad de los empleos administrativos de nivel inicial en los próximos cinco años”. Esto afectaría tanto a jóvenes como a adultos.
Advierte que la amenaza no es solo la pérdida de puestos, sino “la falta de preparación de los sistemas educativos y de las políticas públicas para acompañar la transición”. Según su visión, ni la industria tecnológica ni los gobiernos actúan con la rapidez necesaria para evitar una crisis laboral significativa.
El desafío global: preparar a todas las generaciones
Altman reconoce que la IA eliminará ciertos trabajos, pero insiste en que también generará otros. Muchos de esos empleos son impensados hoy. Para aprovechar esta transformación, será clave que gobiernos, empresas y centros educativos impulsen programas de capacitación tecnológica y habilidades blandas tanto para jóvenes como para mayores.
En su visión, la amplitud de lo que la IA puede hacer convierte este momento en uno de los más poderosos para quienes estén dispuestos a aprender y adaptarse. Sam Altman mencionó que el reto está en que ninguna generación quede atrás.