Cobre, litio y tierras raras: los nuevos minerales del poder

Argentina busca consolidar su lugar en el tablero global de los minerales críticos, donde cobre, litio y tierras raras se convirtieron en la nueva moneda de poder económico y tecnológico. Con China, Estados Unidos y la Unión Europea compitiendo por abastecimiento, el país avanza en posicionarse como socio estratégico, pero aún enfrenta el desafío central: industrializar con trazabilidad y tecnología limpia.
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Un nuevo mapa global de recursos críticos
El mundo entró en una nueva fiebre de recursos: los minerales críticos. De ellos depende la transición energética, la inteligencia artificial, la movilidad eléctrica y hasta la defensa nacional. Según el Banco Mundial, la demanda de cobre, litio, níquel y tierras raras podría triplicarse hacia 2040.
China controla más del 80% del procesamiento global y busca blindar su dominio en refinación y manufactura tecnológica. Estados Unidos responde con subsidios millonarios a través de la Inflation Reduction Act, mientras Europa impulsa su propia Critical Raw Materials Act. En ese escenario, América Latina emerge como proveedor estratégico, y Argentina aparece entre los países con mayor potencial.
Argentina, la apuesta regional
El país integra junto a Chile y Bolivia el “triángulo del litio”, pero además cuenta con reservas significativas de cobre y tierras raras. San Juan, Catamarca y Salta concentran los proyectos de cobre en fase avanzada, mientras que San Luis y Jujuy lideran la prospección de tierras raras, según el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR).
En 2025, la Secretaría de Minería reactivó la mesa federal de minerales críticos con la participación de provincias y cámaras empresariales para avanzar en políticas de industrialización local. “La verdadera riqueza no está en lo que se extrae, sino en lo que se transforma”, señalaron desde el organismo.
Los bancos multilaterales, como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), promueven programas de transferencia tecnológica y financiamiento verde para proyectos con trazabilidad ambiental y social.
Negocios, soberanía y tecnología
Las grandes automotrices, tecnológicas y fondos soberanos ya pusieron el foco en la región. Toyota, Tesla y Glencore encabezan alianzas de suministro en el Cono Sur. En paralelo, startups argentinas como DeepMind Materials y GreenMetals buscan desarrollar procesos de refinación limpia con inteligencia artificial y análisis predictivo de minerales.
Para el economista energético Martín Ferrer, “el desafío argentino no es descubrir más yacimientos, sino construir una cadena de valor integrada que sume conocimiento, trazabilidad y certificación ambiental. El mundo no comprará solo materia prima: comprará confianza”.
El poder detrás de los elementos
Con el litio como bandera y el cobre como motor, las tierras raras completan el tridente que marcará la economía del siglo XXI. Sin neodimio, itrio o disprosio no existirían autos eléctricos, turbinas eólicas ni satélites. En este nuevo orden, los minerales son poder y la sostenibilidad, una ventaja competitiva.
Argentina tiene la oportunidad de pasar del extractivismo a la innovación, pero eso exige visión de largo plazo, inversión tecnológica y estabilidad regulatoria. Si lo logra, puede posicionarse como un proveedor confiable en la transición energética global.


