Ludopatía: el Senado frente a la presión del lobby y la Salud

El Senado debate una ley para frenar la publicidad de las apuestas online. La iniciativa ya tiene media sanción de Diputados y promete un cambio histórico, similar al del tabaco. Mientras clubes como River, Boca y la AFA arriesgan millones en sponsors, la salud de los jóvenes se hunde en una tragedia silenciosa: la ludopatía.
Ideas resumen
– El 17% de los adolescentes en Argentina ya participó en apuestas online.
– El lobby del juego mueve más de $7.300 millones y amenaza con frenar la ley.
Una problemática que estalla en cifras
Un estudio de Santander Argentina y Fundación Padres confirmó que la ludopatía digital dejó de ser marginal: el 17% de los adolescentes de entre 12 y 18 años ya participó en apuestas online con dinero real. La mayoría lo hace a través de billeteras virtuales y sin supervisión adulta, como relatamos en esta investigación previa de Tercer Tiempo.
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El estudio muestra además que el 73% de quienes apuestan son varones, principalmente en la franja de 16 a 18 años. Las motivaciones también son claras: un 38% busca emociones fuertes, un 31% quiere dinero rápido y un 21% usa el juego para escapar de tensiones cotidianas.
Estos datos confirman que la ludopatía juvenil no solo crece en silencio, sino que se alimenta de la normalización de las apuestas en videojuegos, redes sociales e influencers. Como ya analizamos en Tercer Tiempo, la ludopatía se ha instalado como un fenómeno que preocupa cada vez más a familias y escuelas.
El proyecto en debate
La Cámara de Diputados aprobó en noviembre pasado la ley con 139 votos a favor, 36 en contra y 59 abstenciones. Ahora el Senado deberá decidir si la convierte en ley o deja que pierda estado parlamentario. El texto prohíbe la publicidad de apuestas online en todos los soportes: televisión, redes sociales, medios gráficos, camisetas deportivas, estadios e incluso en la Selección Nacional.
Además, elimina los “bonos de bienvenida” y prohíbe el uso de influencers para captar adolescentes. La norma exige registro biométrico y controles de billeteras virtuales para impedir el ingreso de menores a plataformas. También incorpora campañas educativas y programas de tratamiento para jóvenes afectados.
La diputada Mónica Frade subrayó: “Proteger a nuestros jóvenes de la ludopatía no es solo cuestión legislativa, es un compromiso con las familias.” Mientras que su par Rogelio Iparraguirre sostuvo que se trata de “un primer paso fundamental para regular una práctica amplificada por las tecnologías digitales”.
El lobby del juego y los intereses que chocan
La resistencia es fuerte. Según denunció el diputado Maximiliano Ferraro, “el lobby del juego mueve $7.300 millones al año”. Parte de ese dinero financia contratos millonarios con River, Boca y la AFA, que podrían quedarse sin sponsors si la ley avanza. Empresas como BetWarrior, Betsson, Codere y BetPlay lideran el negocio.
La publicidad masiva en camisetas, estadios, carteles callejeros y transmisiones deportivas generó una avalancha de exposición para los adolescentes. No por casualidad, el 65% de los jóvenes de 15 a 24 años conoce a alguien afectado por la ludopatía. Y la situación es aún más grave porque, según Statista, el 80% de los sitios de apuestas en Argentina son ilegales.
Educación digital como herramienta esencial
Junto con la regulación, la educación aparece como respuesta. Santander y Fundación Padres ya pusieron en marcha programas que alcanzaron a más de 5.000 estudiantes, con talleres de educación financiera, campañas escolares y el bloqueo de cuentas NOVA para impedir que menores de 17 años apuesten online.
“La educación es la herramienta más poderosa para prevenir conductas adictivas”, afirmó Rodrigo Park, director de Comunicaciones Corporativas de Santander Argentina.
Hacia una sociedad con menos adicciones
El debate en el Senado enfrenta dos caminos: sostener el negocio millonario o priorizar la salud pública. La comparación con el tabaco es inevitable: durante años se defendió su publicidad hasta que la evidencia científica forzó restricciones.
Hoy, la pregunta vuelve con otra máscara: ¿Negocio o salud pública? La respuesta marcará el futuro de una generación que ya convive con la ludopatía como tragedia silenciosa.