Fundación FLOR: “Si no incomoda, no es diversidad”

En la décima edición de los Premios FLOR a la Diversidad, la directora ejecutiva Giselle Petraglia analizó los avances y deudas de las compañías argentinas en materia de inclusión. Entre los galardonados, se destacó la voz de Simón de Bevoair, quien al recibir el premio a la PyME más diversa afirmó: “Este reconocimiento nos obliga a ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos”.
Resumen:
- La Fundación FLOR marcó un nuevo hito al premiar a empresas, ONGs y líderes que integran diversidad de género, etnia, discapacidad y generaciones.
- “Si no incomoda, no es diversidad”: Petraglia interpeló a los directorios y planteó que aún falta integrar la agenda en la estrategia del negocio.
“Si no incomoda, no es diversidad”
TT – ¿Cuál es el mayor desafío para que las empresas incorporen diversidad de manera real?
Giselle Petraglia: “El gran riesgo es que la diversidad quede en slogans o en programas aislados de RSE. La diversidad debe ser transversal a la estrategia del negocio. Y algo más: si no incomoda, no es diversidad. El desafío es animarse a cuestionar la forma en que contratamos, lideramos y tomamos decisiones”.

El impacto de medir y gestionar
TT – ¿Qué cambios concretos viste en estos 10 años de Premios FLOR?
Petraglia: “Hoy tenemos más empresas que miden. Y medir es gestionar. Vemos que la diversidad ya no se limita al género: hablamos también de discapacidad, etnias, generaciones, orientación sexual. Y eso es saludable porque amplía la conversación”.
Desde la Fundación, remarcan la necesidad de conectar la diversidad con la competitividad. “Está probado que equipos diversos toman mejores decisiones y generan más innovación”, explicó.
En Tercer Tiempo ya analizamos cómo el sector energético enfrenta estas tensiones, y también cómo muchas compañías declaran compromisos que no siempre cumplen en la práctica (leer más).
Los premiados de la 10° edición
La ceremonia reconoció a empresas, ONGs y líderes que integran diversidad en su ADN. Entre ellos:
- Simón de Bevoair (PyME): “El premio que más me impactó fue el de Simón, porque dejó en claro que la diversidad es también una forma de hacer negocios con coherencia”, subrayó Petraglia.
- BID Lab (organización internacional) por su agenda inclusiva en financiamiento.
- ONG Señas en Acción por su labor en capacitación en lengua de señas.
- PepsiCo (empresa multinacional) por programas de diversidad generacional.
- Ministerio de Cultura de la Nación por iniciativas de acceso equitativo a la cultura.
La memoria feminista que atraviesa la política
La conversación sobre diversidad no se agota en el ámbito empresarial. Para Petraglia, los símbolos políticos también pesan. Al respecto, reflexionó sobre el primer grito de independencia encabezado por una mujer en México: Claudia Sheinbaum.
“Lo de Sheinbaum fue histórico: por primera vez en 215 años una mujer salió al balcón de Palacio Nacional y gritó los nombres de heroínas invisibilizadas. Eso es memoria feminista. Es un recordatorio de que la historia puede reescribirse con otra voz”.
Diversidad con impacto social y económico
Finalmente, Petraglia insistió en que la diversidad no debe tratarse como un gasto, sino como inversión. “Una empresa diversa es más rentable y más resiliente. Y también genera impacto positivo en su comunidad”.
“La pregunta ya no es si la diversidad es necesaria, sino cómo aceleramos su incorporación real en cada directorio”, concluyó.