Vaca Muerta dispara exportaciones y consolida el superávit energético

Un informe de BBVA revela que el sector hidrocarburífero sigue consolidándose como un pilar clave para la economía argentina. Vaca Muerta impulsa el superávit energético y proyecta exportaciones millonarias para 2030. La inversión en infraestructura es clave para sostener este crecimiento.
- En 2024, el sector representó el 13% de las exportaciones totales y consolidó su crecimiento.
- La inversión en infraestructura y la expansión de ductos resultan determinantes para sostener la producción.
En 2024, el complejo petrolero-petroquímico representó el 13% de las exportaciones totales, con un crecimiento del 0,4% en comparación con el año anterior. Este desempeño permitió que la balanza energética volviera a ser superavitaria, lo que aseguró un mayor ingreso de divisas y contribuyó a la estabilidad macroeconómica.
La industria de los hidrocarburos no convencionales se posiciona como un motor clave para la economía de Argentina. Según el Informe BBVA Research sobre petróleo y gas, esta tendencia continuará en los próximos años y subraya el impacto positivo de este sector en la balanza comercial y su potencial de crecimiento sostenido.
Vaca Muerta: el pilar del crecimiento
La explotación de recursos no convencionales, principalmente en el yacimiento de Vaca Muerta, resultó fundamental en este proceso. Argentina no solo abastece su mercado interno, sino que también se proyecta como un actor clave en el comercio internacional de energía.
El informe estima que para 2030 las exportaciones de hidrocarburos alcanzarán los USD 36.700 millones, lo que consolidará a Argentina en el mapa energético global. Sin embargo, para sostener este crecimiento, el sector necesita inversiones en infraestructura, en especial la expansión de ductos para el transporte de petróleo y gas desde los yacimientos hasta los centros de refinamiento, consumo y exportación.
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Inversión y competitividad
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) desempeñó un papel clave en la atracción de capitales nacionales e internacionales al sector energético. Este esquema ofrece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios, lo que facilita el desarrollo de nuevos proyectos y aumenta la producción de hidrocarburos.
Gracias a estas inversiones, Argentina fortaleció su capacidad productiva, incrementó su presencia en los mercados globales de energía y potenció el crecimiento de sus exportaciones.
Según el Banco Mundial, las inversiones en infraestructura energética resultarán determinantes para el desarrollo sostenible de los países exportadores de hidrocarburos.
El desafío de la transición energética
Si bien el informe de BBVA Research destaca el crecimiento del sector fósil, también señala que la transición hacia energías renovables avanza de manera gradual. El gas natural se perfila como la fuente más eficiente y menos contaminante dentro de los combustibles fósiles, al funcionar como un puente hacia una matriz energética más sustentable.
Las políticas gubernamentales y la modernización de la infraestructura resultan claves para que Argentina logre un equilibrio entre la explotación de sus recursos tradicionales y el desarrollo de fuentes renovables. Según la Agencia Internacional de Energía, el gas desempeñará un papel crucial en la transición energética global.
“Estamos muy entusiasmados por la publicación de este informe sobre petróleo y gas en Argentina. Refleja el crecimiento de las exportaciones de hidrocarburos y el potencial del país para consolidarse como un jugador clave en el mercado energético global”, señaló Marcos Dal Bianco, Economista Jefe de BBVA en Argentina.
Un sector clave para la recuperación económica
Las perspectivas para el sector energético argentino son alentadoras. Con una inversión sostenida en infraestructura y políticas que favorezcan la producción, el país tiene el potencial de incrementar significativamente sus exportaciones y consolidar su competitividad en el mercado global.
El crecimiento del sector no solo impulsa la balanza comercial, sino que también representa un motor clave para la recuperación económica de Argentina en los próximos años. Con una demanda energética en ascenso y un mercado global en transformación, la industria hidrocarburífera argentina se perfila como un actor cada vez más relevante en el escenario internacional.