En un comunicado respaldado por más de 70 organizaciones, incluido Fundación Vida Silvestre, se expresó el rechazo al retiro de negociadores argentinos de la COP29. Manuel Jaramillo advierte sobre el impacto negativo en los compromisos internacionales y la imagen del país.
Un comunicado respaldado por más de 70 organizaciones
“Más de 70 organizaciones trabajamos en conjunto para articular una posición común frente al retiro de los negociadores argentinos de la COP29”, señaló Jaramillo. El comunicado, publicado ayer, exige que se respete la continuidad de los acuerdos internacionales en materia de clima y biodiversidad, ratificados por ley en Argentina.
“Nos sorprendió el retiro de los negociadores que ya habían viajado y tenían todo preparado para participar. Este vacío implica que las decisiones de la COP29 nos afectarán sin que hayamos podido influir en ellas, lo cual es un golpe para los intereses del país”, agregó.
Contradicciones en las políticas climáticas del gobierno
El especialista también destacó las contradicciones del actual Ejecutivo, que por un lado firmó compromisos ambientales en el G20, pero luego emitió un comunicado desde la Presidencia aclarando su desacuerdo con lo firmado.
“Hay poca claridad en la política ambiental del gobierno. No estar presentes en la COP29 envía un mal mensaje al mundo, especialmente en un contexto donde la transición energética y la producción sostenible son clave para acceder a mercados internacionales”, explicó Jaramillo.
¿Qué implica no estar en la COP29?
Desde 1992, Argentina ha sido parte activa de las negociaciones climáticas globales. Según Jaramillo, esta ausencia representa un retroceso en el posicionamiento del país como líder en sostenibilidad. Además, pone en riesgo el acceso a mercados como la Unión Europea, que priorizan productos libres de deforestación y bajos en emisiones.
“No participar en estos espacios nos aleja de las discusiones clave para nuestra producción agrícola y energética. Por ejemplo, perder oportunidades relacionadas con la transición energética o la producción sustentable afecta directamente nuestra economía”, advirtió.
Un llamado al diálogo y a superar la antinomia entre desarrollo y conservación
A pesar del escenario adverso, Jaramillo y las organizaciones firmantes del comunicado reiteraron su disposición al diálogo. “Es clave superar la falsa dicotomía entre desarrollo y conservación. La conservación es esencial para garantizar la sostenibilidad de las actividades productivas”, afirmó.
También hizo un llamado a las nuevas generaciones: “Los jóvenes ya entienden que proteger la naturaleza no es solo un tema ético, sino una necesidad para asegurar nuestra estabilidad en el planeta”.
Reflexión final: el compromiso con la sostenibilidad es ineludible
Con 20 años de experiencia en Fundación Vida Silvestre, Jaramillo subrayó que la sociedad y las empresas están avanzando hacia un modelo más sostenible, independientemente de los vaivenes políticos.
“Las empresas lo saben: no hay producción sin conservación. La transición energética y la adaptación al cambio climático ya no son opcionales; son esenciales para el desarrollo económico y social”, concluyó.