Incendios en Córdoba: La desinformación presidencial, el otro fuego
Javier Milei acusó sin pruebas a militantes kirchneristas de provocar los incendios en Córdoba, pero el ministro de Seguridad provincial desmintió las acusaciones. La irresponsabilidad presidencial en la difusión de información falsa agrava la crisis y distrae de los problemas reales.
- El ministro de Seguridad cordobés negó la existencia de pruebas políticas en las detenciones por los incendios.
- La desinformación presidencial y la politización de la catástrofe desvían la atención de la emergencia.
El fuego no solo consume hectáreas en Córdoba, sino que parece haber encendido también una alarmante ola de desinformación. En una de sus ya conocidas maniobras en redes sociales, el presidente Javier Milei lanzó acusaciones sin pruebas, replicando mensajes de dudosa procedencia que señalaban a militantes kirchneristas como los responsables de los incendios que azotan la provincia. Sin embargo, el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quintero, rápidamente desmintió tales afirmaciones, dejando al descubierto el peligro de utilizar la crisis para obtener réditos políticos.
Desinformación al calor del fuego
Ayer, Javier Milei, tras recorrer las áreas afectadas por los incendios en Córdoba, retuiteó un mensaje del usuario @NoMePisesAR, conocido como “Chad”, en el que se afirmaba que los detenidos por los incendios eran 17 militantes de La Cámpora. Sin ninguna prueba, y sin verificar los hechos, el presidente replicó la versión de Daniel Parisini, un influencer libertario con peso en la comunicación del oficialismo, conocido como “el Gordo Dan”.
Pero Quintero no tardó en salir al cruce de estas acusaciones infundadas. “Ni son 17 los detenidos, ni pedimos la filiación política de los que detenemos”, aseguró categóricamente el ministro. De los 11 detenidos desde junio, cuatro permanecen bajo arresto, y ninguno ha sido identificado con filiación política alguna. De nuevo, la información fue tergiversada, amplificada y utilizada de manera irresponsable en un momento de alta sensibilidad.
La irresponsabilidad de la politización
En el contexto de una crisis climática que ha arrasado con 70.000 hectáreas desde julio, lo que debería ser una respuesta unificada ante la catástrofe se ha convertido en un campo fértil para la politización y la difusión de noticias falsas. Mientras el fuego sigue avanzando, las redes sociales se llenan de acusaciones sin fundamento, con el peligro de distraer la atención de lo que verdaderamente importa: la gestión de la emergencia.
El gobierno de Córdoba, a cargo de Martín Llaryora, no ha solicitado filiación política alguna de los sospechosos, y, a pesar de los esfuerzos del gobierno nacional por desviar la atención, la realidad es clara. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó contrarrestar las críticas del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, alegando que el gobierno central había estado involucrado desde el principio en la lucha contra los incendios. Pero, nuevamente, la desinformación parece haberse convertido en la herramienta predilecta del gobierno de Milei para evadir responsabilidades y señalar culpables imaginarios.
El daño de la desinformación
No es la primera vez que la administración de Milei recurre a las redes sociales para amplificar narrativas que luego se desmoronan ante los hechos. Pero en el contexto de una emergencia ambiental tan grave como la que vive Córdoba, la irresponsabilidad de replicar información falsa adquiere una nueva gravedad. Los incendios forestales no solo representan una amenaza directa para el medio ambiente y la vida de los habitantes, sino que también abren la puerta a la manipulación política cuando lo que se necesita es claridad y acción.
En lugar de contribuir a soluciones reales, este tipo de desinformación solo crea ruido y confusión, generando divisiones innecesarias. Mientras las hectáreas siguen ardiendo y las comunidades locales enfrentan el desastre, la pregunta que queda en el aire es si el gobierno nacional está más interesado en resolver la crisis o en ganar puntos políticos a expensas de la verdad.
En estos momentos, la información verificada y las acciones coordinadas son más necesarias que nunca. Pero si el fuego sigue alimentando el caos de la desinformación, el costo podría ser más devastador que las llamas mismas.