El alcohol como factor común del descontrol entre los jóvenes
Las estadísticas, los sucesos y los propios adolescentes coinciden en que el consumo de bebidas alcohólicas es cada vez más y siempre es el desencadenante de las peores situaciones. Quienes atacaron a Fernando Báez Sosa habían tomado; los que tiraban botellas al cielo en la playa, estaban tomando, y muchas veces, ni siquiera tienen edad legar para poder hacerlo.
El asesinato de Fernando mostró muchos aspectos de la juventud que están fuera de control y que en zonas de boliches o “vida nocturna” quedan al descubierto. Como analizó la médica psiquiatra Geraldine Peronace (MN 110541) en el programa “Palabra de Leuco”, en este caso, el alcohol actuó como deshinibidor de una violencia contenida extrema en el grupo de jóvenes de Zárate: “Si bien el alcohol es un deshinibidor de la conducta, es realmente impresionante ver que no hubo un freno”.
Pero un grupo de violentos para llegar a un asesinato antes pasa varias alarmas que podrían haberlo evitado. En el caso de Villa Gesell, el asesor legal del Club Náutico Arsenal de Zárate, Marcelo Urra, reconoció que algunos de los 10 detenidos ya habían protagonizado otros ataques a golpes en patota.
“Dentro del club no hay sanciones existentes para ninguno, sí tenemos conocimiento porque en Zárate las cosas se saben, que parte de este grupo que está hoy detenido en Villa Gesell había tenido problemas en otras salidas a la noche en Zárate, en la que era una práctica habitual golpear a una persona entre varios, y da la casualidad que entre los detenidos hay varios que participaban de estos hechos en la ciudad” (Marcelo Urra)
Como explicó la doctora Peronace, los grupos de riesgo que generan situaciones violentas están en todos los ámbitos y no hay que estigmatizar a un deporte o una música en especial: “El ser humano no escapa de las leyes biológicas por ver quién será el macho alfa”. “En muchos colegios, el deporte se ve como factor de protección, los chicos quieren participar y entonces se cuidan. Los profesores deben estar atentos a la violencia contenida y a los grupos de riesgo”.
Primero empecemos por casa
Como siempre, todo termina en donde debe empezar la educación. Si los adultos a cargo están más presentes, dan ejemplo de consumo responsable de alcohol, de no uso de la violencia y todos esos factores mundialmente conocidos, entonces los grupos de riesgo disminuyen, los chicos entienden que no se necesita alcohol para desinhibirse o divertirse.
“Los chicos no conciben la salida del fin de semana sin químicos. El mayor problema de salud pública que hay en la Argentina es el consumo de alcohol.”
El consumo de alcohol creció exponencialmente en todos los grupos etarios de la sociedad. El bloque más analizado va de los 12 a los 50 años aproximadamente, porque son los que de una forma u otra hacen “vida nocturna”. Pero lo que más preocupa según las últimas estadísticas es el crecimiento que hubo en menores de 24 años, que son personas que biológicamente todavía tienen el cerebro en vías de desarrollo.
Según los últimos datos publicados por el Sedronar, uno de cada dos jóvenes de entre 12 y 17 años tienen consumo abusivo de alcohol. Pero además, el 40% aseguró que tiene dos o más amigos o familiares que consumen alcohol de manera excesiva y un 25% declaró que tienen 2 o más amigos que consumen drogas